Fuente: CIOSL
Las
cuantiosas restricciones legislativas con respecto a los sindicatos
continúan tal cual. Los trabajadores de los hospitales confrontaron
actitudes antisindicales de parte del gobierno.
Si bien la ley reconoce el derecho a formar sindicatos y a afiliarse, impone al mismo tiempo restricciones al respecto. Para constituir un sindicato se requieren por lo menos 30 trabajadores/as y no puede haber más de uno en una empresa o institución. Por lo menos un 90 por ciento de los miembros del sindicato deben ser ciudadanos hondureños y los extranjeros no pueden ocupar altos cargos sindicales.
Asimismo, se reconoce -aunque en forma limitada- el derecho de huelga. Las federaciones y confederaciones no pueden convocar una huelga. Para convocar una huelga se requieren dos tercios de la mayoría de los votos de la membresía total del sindicato. Los funcionarios no pueden hacer huelga. Los empleados de empresas estatales deben dar un aviso de seis meses y contar con la aprobación del gobierno antes de lanzar la huelga.
El derecho de negociación colectiva está protegido por la ley y cualquier represalia por actividades sindicales de parte del empleador está prohibida.
Derechos en la práctica
En la práctica los trabajadores/as son hostigados e incluso despedidos por sus actividades sindicales y en las zonas francas los trabajadores sindicados son a veces incluidos en listas negras.
Algunas empresas han establecido organizaciones de tipo solidaristas como una alternativa dócil, sobre todo en las zonas francas.
El gobierno afirma que desea mejorar la aplicación de los derechos sindicales internacionalmente reconocidos y ha habido alguna mejoría, aunque lenta, en las maquiladoras.
Eventos en 2001
Honduras sigue siendo el país menos desarrollado de América Central. Persisten serias disparidades económicas y la delincuencia y la violencia no han menguado. Se piensa que son los grupos paramilitares de derecha los que estuvieron detrás de crímenes como el asesinato de Carlos Roberto Flores, un líder comunitario y ambientalista el 30 de junio, después de haber encabezado las protestas contra la construcción de un dique hidroeléctrico.
Negociaciones salariales bloqueadas
El gobierno bloqueó las negociaciones salariales del Sindicato de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares (SITRAMEDHYS) al negarse a responder a las reivindicaciones iniciales presentadas en junio y luego en julio militarizó la escuela del hospital.
En septiembre, el Ministerio de Salud prometió al sindicato que el gobierno haría una contrapropuesta que sería presentada por el Ministerio de Finanzas. No obstante, el Ministerio de Finanzas negó saber nada al respecto. El 14 de septiembre, el Consejo de Ministros emitió un decreto en el que se socavaban las demandas sindicales y se ponía en peligro su existencia. El decreto afirmaba que SITRAMEDHYS y otros sindicatos habían suspendido los servicios de salud poniendo vidas en peligro. SITRAMEDHYS insistió en que sus miembros habían continuado asegurando que se prestaran todos los servicios principales.
En la empresa Yoo Yang en la maquiladora La Lima se conculcaron los derechos de negociación colectiva. El sindicato de trabajadores de Yoo Yang STEVY, que finalmente logró el reconocimiento en 2000, inició negociaciones salariales en febrero de 2001. En noviembre se había avanzado muy poco. La empresa no presentó la contraoferta como había prometido el 3 de noviembre antes de las negociaciones fijadas para el 5 de noviembre. Tampoco se presentó a la reunión ni dio ninguna explicación por su ausencia. El incidente fue uno más en una larga lista de tácticas dilatorias que incluyeron una solicitud anterior de la empresa de que se extendiera un mes más el plazo para preparar su oferta. Este tiempo fue utilizado para intimidar a los efectivos sindicales a través de despidos arbitrarios o enviando a los trabajadores a trabajar en depósitos sin aire acondicionado ni baños, ni agua. A fin de año no se había solucionado este conflicto.
Si bien la ley reconoce el derecho a formar sindicatos y a afiliarse, impone al mismo tiempo restricciones al respecto. Para constituir un sindicato se requieren por lo menos 30 trabajadores/as y no puede haber más de uno en una empresa o institución. Por lo menos un 90 por ciento de los miembros del sindicato deben ser ciudadanos hondureños y los extranjeros no pueden ocupar altos cargos sindicales.
Asimismo, se reconoce -aunque en forma limitada- el derecho de huelga. Las federaciones y confederaciones no pueden convocar una huelga. Para convocar una huelga se requieren dos tercios de la mayoría de los votos de la membresía total del sindicato. Los funcionarios no pueden hacer huelga. Los empleados de empresas estatales deben dar un aviso de seis meses y contar con la aprobación del gobierno antes de lanzar la huelga.
El derecho de negociación colectiva está protegido por la ley y cualquier represalia por actividades sindicales de parte del empleador está prohibida.
Derechos en la práctica
En la práctica los trabajadores/as son hostigados e incluso despedidos por sus actividades sindicales y en las zonas francas los trabajadores sindicados son a veces incluidos en listas negras.
Algunas empresas han establecido organizaciones de tipo solidaristas como una alternativa dócil, sobre todo en las zonas francas.
El gobierno afirma que desea mejorar la aplicación de los derechos sindicales internacionalmente reconocidos y ha habido alguna mejoría, aunque lenta, en las maquiladoras.
Eventos en 2001
Honduras sigue siendo el país menos desarrollado de América Central. Persisten serias disparidades económicas y la delincuencia y la violencia no han menguado. Se piensa que son los grupos paramilitares de derecha los que estuvieron detrás de crímenes como el asesinato de Carlos Roberto Flores, un líder comunitario y ambientalista el 30 de junio, después de haber encabezado las protestas contra la construcción de un dique hidroeléctrico.
Negociaciones salariales bloqueadas
El gobierno bloqueó las negociaciones salariales del Sindicato de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares (SITRAMEDHYS) al negarse a responder a las reivindicaciones iniciales presentadas en junio y luego en julio militarizó la escuela del hospital.
En septiembre, el Ministerio de Salud prometió al sindicato que el gobierno haría una contrapropuesta que sería presentada por el Ministerio de Finanzas. No obstante, el Ministerio de Finanzas negó saber nada al respecto. El 14 de septiembre, el Consejo de Ministros emitió un decreto en el que se socavaban las demandas sindicales y se ponía en peligro su existencia. El decreto afirmaba que SITRAMEDHYS y otros sindicatos habían suspendido los servicios de salud poniendo vidas en peligro. SITRAMEDHYS insistió en que sus miembros habían continuado asegurando que se prestaran todos los servicios principales.
En la empresa Yoo Yang en la maquiladora La Lima se conculcaron los derechos de negociación colectiva. El sindicato de trabajadores de Yoo Yang STEVY, que finalmente logró el reconocimiento en 2000, inició negociaciones salariales en febrero de 2001. En noviembre se había avanzado muy poco. La empresa no presentó la contraoferta como había prometido el 3 de noviembre antes de las negociaciones fijadas para el 5 de noviembre. Tampoco se presentó a la reunión ni dio ninguna explicación por su ausencia. El incidente fue uno más en una larga lista de tácticas dilatorias que incluyeron una solicitud anterior de la empresa de que se extendiera un mes más el plazo para preparar su oferta. Este tiempo fue utilizado para intimidar a los efectivos sindicales a través de despidos arbitrarios o enviando a los trabajadores a trabajar en depósitos sin aire acondicionado ni baños, ni agua. A fin de año no se había solucionado este conflicto.
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* CCOO integra la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres - CIOSL
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