martes, 1 de diciembre de 1998

Los trabajadores bananeros y el huracán Mitch

Fuente: porExperiencia, publicación trimestral de los Delegados y Delegadas de Prevención de CCOO

Decenas de miles de trabajadores bananeros centroaméricanos y sus familias enfrentan un futuro difícil e incierto con las secuelas del huracán MITCH. MITCH arrasó casi la totalidad de la cosecha bananera hondureña, la mayor parte de la nicaragüense y una parte de la de Guatemala. Se han perdido vidas de los trabajadores y sus familiares. Los que sobrevivieron no sólo se enfrentan ahora a una situación de emergencia, sin hogar, con escasos alimentos, con problemas para abastecerse de agua potable, sino que también les aguarda un futuro muy inseguro como trabajadores bananeros. 

Peligra la continuidad de las plantaciones.
Mientras las empresas bananeras en general han reaccionado bien ante la emergencia aportando ayudas, existen versiones contradictorias acerca de cómo responderán a la rehabilitación a largo plazo de las plantaciones. Algunas han declarado públicamente que tienen intención de quedarse (tal es el caso de Chiquita en Honduras) pero no ha habido declaraciones respecto al porcentaje de plantaciones que serán rehabilitadas. También han circulado rumores de que algunas empresas amenazan con abandonar si los trabajadores no hacen ciertas concesiones en pago a la actitud de la compañía. Se ha informado que en algunos países las compañías bananeras han despedido a trabajadores y reducido las ayudas médicas. Tampoco está claro si las multinacionales van a tener una misma política en todos los países, pues una misma empresa puede responder de manera positiva en un país pero no queda claro cual va a ser su actitud en otro.
En resumen, no se ha podido establecer un criterio claro sobre cuál va a ser la respuesta de las empresas tras el desastre. La falta de información precisa se debe a un conjunto de problemas, uno de los cuáles es el hecho de que los líderes sindicales bananeros trabajan día y noche para hacer frente a las necesidades más inmediatas de los trabajadores y que las oficinas de las empresas y sus sistemas informáticos en Honduras han quedado destruidos.
¿Qué piden los sindicatos?
Los líderes sindicales solicitan que se inste a Chiquita, Fresh Del Monte y Dole, las principales empresas bananeras, a:
  • Comprometerse por escrito a rehabilitar lo más pronto posible las plantaciones dañadas por el huracán MITCH.
  • No utilizar el chantaje de abandonar las plantaciones para forzar a los trabajadores a hacer concesiones.
  • Suministrar asistencia, ayuda médica u otros tipos de ayuda de emergencia y un nivel mínimo de ingresos para los trabajadores.
  • Respetar todos los convenios de la OIT respecto a los derechos de los trabajadores.
  • Asegurar que sus proveedores apliquen medidas similares.
El 12 de noviembre Chiquita celebró una reunión con la Coordinadora Sindical de Trabajadores Bananeros Americanos (COLSIBA) en Guatemala. La reunión había sido programada antes del huracán para discutir temas laborales, pero MITCH fue añadido a la agenda. Los dirigentes de la coordinadora dijeron que se tomaron pocas medidas o acciones concretas, pero Chiquita se comprometió públicamente a permanecer en Honduras y Guatemala (no tiene plantaciones en Nicaragua).

Después del Mitch, la solidaridad

Fuente: CIOSL

Nunca antes en la historia centroamericana la naturaleza se desencadenó con tal ferocidad sobre esa región del continente americano. El ciclón Mitch dejó tras su paso un panorama desolador de destrucción, ruinas y muerte.

En Honduras, el país más afectado, hay cerca de dos millones de damnificados, 7.000 muertos y 12.000 desaparecidos. En total, para los cuatro países de América central (El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua) la cantidad de damnificados supera los tres millones, murieron cerca de 12.000 personas y hay más de 20.000 desaparecidas. El costo de los daños ocasionados por el Mitch se cuenta en años de producto interno bruto para los países afectados. Al mismo tiempo, esos países están agobiados por el peso de una deuda externa que hoy se ha hecho ya insoportable. "Mientras que los organismos de ayuda pedían a los gobiernos que otorgaran planes de socorro para la región de la catástrofe, Nicaragua y Honduras tenían que desembolsar diariamente más de dos millones de dólares para reembolsar la deuda contraída con esos mismos países", reveló la CIOSL que, con su organización regional para las Américas, ORIT, reclamó que se condone la deuda de esos países. La deuda externa de Honduras se triplicó desde 1980 y llegó en 1996 a los 4.500 millones de dólares. Nicaragua, el país más endeudado de la región, debe a sus acreedores cerca de 6.000 millones de dólares, cuando su ingreso por habitante se sitúa por debajo de los 700 dólares mensuales. Además de este reclamo, las organizaciones sindicales lanzaron también un programa de ayuda para contribuir a la reconstrucción de los países devastados. Este esfuerzo deberá continuar durante varios años.
Por David, Natacha

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* CCOO integra la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres - CIOSL