Fuente: Nueva Tribuna
Es sabido que muchas de las extremas medidas de control de los viajeros que se toman en los aeropuertos de todo el mundo en los últimos años son debidas a imposiciones de EEUU, que los gobiernos, y también la UE, asumen sin que muchas veces respondan a criterios de seguridad objetivos.
En todas partes, se crea con ello graves retrasos del tráfico aéreo, y lo que es peor, estas medidas casi siempre encubren un trato discriminatorio según la nacionalidad o raza de los viajeros.
En EEUU, pese a la llegada a la presidencia de Obama, persisten situaciones en las que se violan de forma flagrante los derechos humanos. La reciente ley que declara delito la inmigración ilegal en Arizona es tal vez el ejemplo más escandaloso, y aún no ha recibido de la comunidad internacional el rechazo que merecería.
Algunos gobiernos latinoamericanos han protestado y tal vez lo planteen en la Cumbre de la Unión Europea y América Latina, pero en coherencia antes sería lógico que se acordara la revisión de algunos aspectos de la directiva de retorno, que en la práctica puede tener efectos similares en algunos países europeos.
Quien viaje a EEUU, y una vez sorteados todos los controles de seguridad, puede, por el mero hecho de hacer una escala de un par de horas para hacer un tránsito hacia otro país, vivir una autentica pesadilla, sin que esa persona incurra en sospecha de ningún delito.
Eso le pasó a un sindicalista hondureño de la CUTH de Honduras, José Luis Baquedano Hernández quien, invitado por la Confederación Europea de Sindicatos, se disponía a asistir a la Cumbre Sindical organizada en Madrid los días 4 y 5 de mayo pasados.
Pese a tener en regla todos sus documentos, no pudo llegar a Madrid pues fue detenido en el aeropuerto de Miami, Florida. Cuando la policía le dejó en libertad tras seis horas de humillaciones perdió la conexión con Madrid. Al no tener dinero para comprar otro billete hubo de pasar la noche en el aeropuerto y volver después a su país.
Así lo relataba Baquedano en carta a la CES y a la Confederación Sindical de la Americas (CSA):
La CES ha denunciado este caso a la Comisión Europea para que proteste ante la representación diplomática de EEUU ante la UE, e igualmente los sindicatos españoles van a presentar una queja ante la embajada estadounidense en Madrid.
Juan Moreno es Consejero del Comité Económico y Social Europeo en Representación de CCOO.
Es sabido que muchas de las extremas medidas de control de los viajeros que se toman en los aeropuertos de todo el mundo en los últimos años son debidas a imposiciones de EEUU, que los gobiernos, y también la UE, asumen sin que muchas veces respondan a criterios de seguridad objetivos.
En todas partes, se crea con ello graves retrasos del tráfico aéreo, y lo que es peor, estas medidas casi siempre encubren un trato discriminatorio según la nacionalidad o raza de los viajeros.
En EEUU, pese a la llegada a la presidencia de Obama, persisten situaciones en las que se violan de forma flagrante los derechos humanos. La reciente ley que declara delito la inmigración ilegal en Arizona es tal vez el ejemplo más escandaloso, y aún no ha recibido de la comunidad internacional el rechazo que merecería.
Algunos gobiernos latinoamericanos han protestado y tal vez lo planteen en la Cumbre de la Unión Europea y América Latina, pero en coherencia antes sería lógico que se acordara la revisión de algunos aspectos de la directiva de retorno, que en la práctica puede tener efectos similares en algunos países europeos.
Quien viaje a EEUU, y una vez sorteados todos los controles de seguridad, puede, por el mero hecho de hacer una escala de un par de horas para hacer un tránsito hacia otro país, vivir una autentica pesadilla, sin que esa persona incurra en sospecha de ningún delito.
Eso le pasó a un sindicalista hondureño de la CUTH de Honduras, José Luis Baquedano Hernández quien, invitado por la Confederación Europea de Sindicatos, se disponía a asistir a la Cumbre Sindical organizada en Madrid los días 4 y 5 de mayo pasados.
Pese a tener en regla todos sus documentos, no pudo llegar a Madrid pues fue detenido en el aeropuerto de Miami, Florida. Cuando la policía le dejó en libertad tras seis horas de humillaciones perdió la conexión con Madrid. Al no tener dinero para comprar otro billete hubo de pasar la noche en el aeropuerto y volver después a su país.
Así lo relataba Baquedano en carta a la CES y a la Confederación Sindical de la Americas (CSA):
Intentar ir a Madrid ha sido la odisea mas grande de mi vida, salí normal de Tegucigalpa hacia Miami en el vuelo 950 de Taca llegue a Miami al tratar de pasar por migración me detuvieron sin darme ninguna explicación me quitaron mis pasaportes y todos mis documentos, me llevaron a una habitación y tampoco me dieron ninguna explicación, me retuvieron desde las 3.30 pm hasta las 9.30 pm hubo un momento que quise hablar con un policía y me dijo que me callara que no podía hablar no me podía levantar de la silla, tenia mucha sed y no me dieron ni un vaso de agua no me dejaban ir al baño, fue una presión psicológica no te permiten llamadas porque es prohibido me sentí muy desesperado y preocupado yo solo quería que me soltaran, la presión que tenia el vuelo para Madrid salía a las 9.20 pm, un policía me interrogó hasta las 9.30 pm le dije que yo ya había perdido mi vuelo para Madrid me dijo que ese no era su problema que me limitara a responder las interrogantes, me pregunto quien era mi contacto en España quien financiaba mi viaje, cuales eran mis negocios en España, porque viajaba a España, a que tipo de evento era que yo iba, fue muy difícil para mi esa situación. tuve que responder todas las preguntas para decirme que me podía ir, a esas horas ya el vuelo para Madrid había partido.
La CES ha denunciado este caso a la Comisión Europea para que proteste ante la representación diplomática de EEUU ante la UE, e igualmente los sindicatos españoles van a presentar una queja ante la embajada estadounidense en Madrid.
Juan Moreno es Consejero del Comité Económico y Social Europeo en Representación de CCOO.