Fuente: El País
Hace 10 años:
Un avión Boeing 727-200 de las líneas aéreas hondureñas Tan-Sabsa se
estrelló ayer al sur de Tegucigalpa cuando realizaba un vuelo entre las
capitales de Nicaragua y de Honduras con 137 personas a bordo. Unidades
del Ejército y equipos de salvamento hondureños trabajaban anoche en el
traslado de los supervivientes a los hospitales de Tegucigalpa y en la
recuperación de los cadáveres. A la una de la madrugada (hora
peninsular) se habían recobrado 114 cadáveres, dos de ellos de
españoles, y había 17 supervivientes.
El embajador de España en Managua, Miguel Ángel Mazarambroz, dijo a
este periódico en conversación telefónica que entre los supervivientes
se en cuentra un matrimonio de nacionalidad española, Carlos Pellas y
Vivián Fernández. El embajador lamentó la muerte de otros dos españoles,
su secretaria particular, María del Valle Lozano, de 38 años, y
Francisco Javier Irañeta, de 36. Un funcionario de esa embajada se
desplazó esta madrugada a Tegucigalpa para hacerse cargo del cadaver de
Irañeta, cuya familia no ha podido ser localizada.
Irañeta, de origen navarro, trabajaba en Nicaragua en un proyecto agrícola.Entre las víctimas mortales del accidente se encuentran numerosos ciudadanos nicaragüenses. Managua ha decretado tres días de luto nacional.
Irañeta, de origen navarro, trabajaba en Nicaragua en un proyecto agrícola.Entre las víctimas mortales del accidente se encuentran numerosos ciudadanos nicaragüenses. Managua ha decretado tres días de luto nacional.
Julio
Alvi, embajador de España en Tegucigalpa, afirmó que anoche se
barajaban dos posibles causas del accidente: los vientos huracanados que
azotan estos días Honduras y que podían haber desplazado el avión y un
fallo en la estructura de la aeronave, que habría arrancado un trozo del
techo de ésta provocando una descomprensión. El piloto realizó un
aterrizaje forzoso, pero el Boeing se incendió al chocar con el suelo.
El
avión habla despegado originalmente de San José (Costa Rica), hizo
escala en Managua y debía haber aterrizado en la capital de Honduras,
pero cuando se aproximaba a la ciudad se estrelló en una zona montañosa
conocida como el cerro Hula, que se encuentra al sur de Tegucigalpa.
Seis horas después del siniestro, el peor ocurrido a un avión hondureño, los restos del avión seguían ardiendo.