miércoles, 19 de marzo de 2008

Convenio de Cooperación Sindical con América latina

El "Convenio de fortalecimiento de las organizaciones sindicales y de las estructuras regionales de coordinación sindical, fomentando el diálogo y la concertación social y favoreciendo la autoreforma" para América Latina fue firmado por la Fundación Paz y Solidaridad Serafín Aliaga (FPS-SA) de Comisiones Obreras en el año 2008 y cuenta con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Este plan de cooperación, cuya ejecución se alargará hasta el año 2012, parte de la consideración de las organizaciones sindicales latinoamericanas, tanto nacionales como subregionales y regionales, como agentes de desarrollo en sus respectivas áreas. De esta manera la FPS-SA contribuirá a fortalecer el sindicalismo en América Latina, en un contexto social, político y económico de agresión constante a los derechos laborales, económicos y sociales. 

¿Qué problemas abordamos?

De acuerdo al enfoque de trabajo de nuestra organización, en el proceso de identificación y diseño del Convenio se realizó atendiendo a dos niveles básicos: uno relativo al diagnóstico, selección y acuerdo de contrapartes y otro considerando la participación de todos los actores involucrados en el análisis de las problemas, la selección de alternativas y la definición de los objetivos de diferente nivel planteados finalmente.
El problema principal detectado fue la pérdida progresiva de la capacidad de incidencia de los sindicatos en América Latina. Se consideró, que las principales causas que habían llevado a esta situación eran, entre otras:
  • Falta de adaptación de las estructuras sindicales latinoamericanas al contexto: procesos de integración regional, incremento considerable de la economía informal, aumento de la concentración de empresas, presencia de trasnacionales, etc.
  • Fragmentación o atomización del movimiento sindical debido a las diferentes adscripciones políticas del movimiento sindical internacional en las últimas décadas, las convulsiones políticas - militares en la Región y sus secuelas y una ausencia de cultura en los sindicatos que priorice los intereses del conjunto frente al corporativismo. Esto dificulta la adopción de acuerdos y de posicionarse como actores de referencia.
  • Unido al punto anterior se detecta una falta de incorporación de políticas transversales, en especial las referidas a la equidad de género pero sin olvidar otras como la defensa de minorías étnicas o medioambientales.
  • Normativas y leyes que obstaculizan e impiden una normal acción sindical llegando incluso, en algunos países, a la represión sistemática.
En consecuencia, en un marco más general se consideró el incremento progresivo de los niveles de pobreza; una situación de la mujer especialmente precaria; los bajos niveles de sindicalización; explotación laboral; y dificultad en los sindicatos para ocupar su espacio y contribuir a generar dinámicas de desarrollo que promuevan la gobernabilidad democrática.

¿Qué objetivos perseguimos?

El Convenio trata de contribuir al diálogo social y a la negociación colectiva como medio para el desarrollo del trabajo decente, la disminución de la pobreza y la consolidación democrática en América Latina.
De manera específica, el Convenio busca mejorar la capacidad de incidencia de las Organizaciones Sindicales en América Latina en los espacios nacionales y supranacionales, esperando generar efectos positivos en la línea de contribuir al diálogo social y a la negociación colectiva como medio para el desarrollo del trabajo decente, la disminución de la pobreza y la consolidación democrática en la Región, de tal manera que las Organizaciones Sindicales puedan participar como actores relevantes.
Para las organizaciones sindicales el Diálogo Social es un instrumento valioso para proteger y promover los intereses de los trabajadores pues permite que se apliquen los principios propios de la democracia y se reconozca la dignidad de las personas en el lugar de trabajo. Constituye también un instrumento de probada eficacia para gestionar el cambio económico y social pues contribuye a preservar el consenso, la cohesión y la estabilidad en las sociedades democráticas.
Con este propósito, con el Convenio se pretende:
  • mejorar los procesos organizacionales y de coordinación en los diferentes espacios organizativos sindicales en los que se intervendrá.
  • reforzar a las Organizaciones en su capacidad de representar a las mujeres y de incorporar los temas de género en sus agendas de acción, en especial, en los procesos de negociación colectiva y de diálogo social.
  • mejorar la comunicación interna y externa de las Organizaciones.
  • mejorar su capacidad de análisis y propuestas, así como la formación de dirigentes y activistas de las Centrales y Coordinadoras Sindicales.
  • Además, se fomentarán relaciones de cooperación horizontal entre trabajadores/as y sus organizaciones sindicales en el Norte y el Sur a través de acciones de sensibilización social, formación, investigación e incidencia coordinadas con redes sindicales mundiales. 
Acciones comprendidas en el convenio


El Convenio incluye un conjunto de veintitrés (23) Acciones a través de las cuales se apoya el desarrollo de sindicatos y organizaciones fuertes, democráticas e independientes, política y financieramente, que representen y defiendan los derechos e intereses de las trabajadoras y trabajadores, buscando mejorar su capacidad de incidencia en los países de intervención, en el nivel Subregional y en toda la Región.
La identificación y diseño del Convenio constituyó un proceso participativo en el que las diferentes organizaciones contrapartes, beneficiarias y participantes en el mismo fueron parte activa en la identificación de los problemas abordados, en la determinación y elaboración de la estrategia de intervención y los diferentes objetivos planteados.
De esta manera, son nuestras contrapartes las responsables de la puesta en marcha, desarrollo de las Acciones y su gestión económica apoyadas por la FPS-SA que les presta soporte técnico a través de su personal en la sede de Madrid y del personal desplazado en la zona desde sus oficinas de Nicaragua, Perú y Uruguay.
  
¿Qué tipo de actividades se desarrollan?

Para conseguir los objetivos de diferente nivel señalados, las Acciones desarrollan actividades que responden a:

  • Apoyo a las  organizaciones sindicales, para que diseñen e implementen Planes estratégicos, Planes de Acción específicos, Estrategias de intervención sectoriales y Planes de mejora organizativa.
  • Apoyo a el establecimiento de Redes Sindicales según sectores priorizados en el Convenio (Energía, Eléctricas, Industrial, Comercio y Banca)
  • Apoyo la promoción y consolidación de espacios de coordinación Subregional
  • Participación de mujeres en los órganos de decisión de las organizaciones sindicales beneficiarias.
  • Apoyo a la creación y fortalecer las estructuras de género en las organizaciones sindicales beneficiarias.
  • Apoyo a la elaboración e implementación de Planes específicos elaborados en relación a problemáticas de género en las organizaciones sindicales
  • Formación de sindicalistas (50% de mujeres) en temáticas relacionadas con género – trabajo – y sindicalismo.
  • Apoyo a la creación y mantenimiento de espacios Web, comunicaciones virtuales
  • Apoyo a la elaboración y edición de publicaciones
  • Apoyo a la elaboración de documentos sobre temáticas relacionadas
  • Apoyo ala elaboración de materiales formativos
  • Asistencias legales y asesoramiento técnico a sindicatos, federaciones, comisiones negociadoras y mesas representativas.
  • Actividades formativas y de capacitación (30% específicamente de género) sobre temáticas abordadas en las diferentes Acciones del Convenio.
  • Apoyo para la elaboración de propuestas de posicionamiento en relación a sectores de intervención, áreas de trabajo y ámbitos de incidencia nacional, subregional y regional.
  • La elaboración y edición de materiales didácticos y divulgativos
  • Desarrollar actividades de formación y reflexión con Federaciones sectoriales de CCOO y la Red de Fundaciones Paz y Solidaridad.
  • La alimentación de la WEB del Observatorio del Trabajo en la Globalización www.observatoriodeltrabajo.org 

Además, también se pondrán en marcha Acciones, directamente desde la FPS-SA e impulsadas por las Federaciones de Rama de CCOO para favorecer el intercambio de experiencias y conocimiento y la creación o promoción de Redes Sectoriales.
  
Enfoque de genero

La FPyS SA está comprometida con la participación plena de todas las personas, sean hombres o mujeres, en el Desarrollo y en el fortalecimiento de las Organizaciones Sindicales como estrategia institucional. La Igualdad de Género es una de las prioridades clave de intervención y un aspecto trasversal en todas las actuaciones de Cooperación.
La Igualdad de Género es un principio básico en las Organizaciones Sindicales. Desde esta óptica, las mujeres dejan de ser las únicas demandantes de una política de igualdad de oportunidades y superación de las discriminaciones, ya que la organización está comprometida en ello. No obstante, algunas organizaciones sindicales que han planteado algún tipo de política de género, han considerado -erróneamente- que al adoptarse este enfoque desaparece la necesidad de desarrollar políticas específicas dirigidas a las mujeres y a su organización, ya que la perspectiva de género se considera responsabilidad del conjunto de la organización.
Desde el enfoque planteado en el diseño del Convenio, en tanto que la igualdad no sea un hecho, siguen siendo necesarias medidas específicas para que se produzca la equidad de género, de manera que busca no sólo posicionarlas en los espacios donde se decide en la organización, también se considera imprescindible fortalecer sus propias estructuras organizativas. 

¿Con quién trabajamos?

Las organizaciones sindicales socios locales, en su mayoría, son organizaciones con una larga trayectoria de trabajo en los campos laborales y sindicales que definen los contenidos del Convenio. Este recorrido de trabajo supone un conocimiento del medio laboral y sindical y de los actores implicados, así como la existencia de una estructura organizativa y de trabajo que ya ha desarrollado intervenciones semejantes, lo que ha facilitado enormemente el trabajo en la fase de identificación y formulación y asegura su capacidad en la ejecución pudiendo asumir nuevas actuaciones. En el caso de organizaciones con menos experiencia, que presentan limitaciones de recursos materiales o de estrategias o de recursos humanos pero con capacidad suficientes en relación a las líneas de intervención, se trabaja en la capacitación, fortalecimiento y acompañamiento como un proceso de mejora de competencias que posibilita a la contraparte superar estas carencias para poder generar respuestas propias a los desafíos y responder a los requerimientos y procesos derivados de la ejecución.
Las organizaciones que finalmente que actúan como socios locales en la ejecución de las Acciones de este Convenio son:
  • Organizaciones sindicales latinoamericanas de ámbito nacional, sub-regional y regional.
  • Federaciones por rama o sector de Comisiones Obreras en España.
  • ONG especializadas en la investigación, asesoría y asistencia técnica a organizaciones sindicales.
  • Entidades miembros de la Red Estatal de Fundaciones Paz y Solidaridad de España. 

¿Dónde trabajamos?

Las Acciones planteadas en el Convenio, se ejecutan en tres niveles territoriales: regional (América Latina), subregional (Centroamérica, Área Andina y Cono Sur) y país (El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Perú, Colombia, Uruguay, Argentina y Chile).
La referencia de intervención geográfica es la subregión y en función de la Acción planteada y del tipo de trabajo a desarrollar por las organizaciones sindicales existen Acciones con referencia geográfica continental, es decir cubren las tres subregiones.
A su vez, dentro de cada subregión hay Acciones concretas a realizar en países. Aunque cada una de las Acciones tiene especificidad propia, guardan coherencia entre sí y con el conjunto del resto de las Acciones ejecutadas en los otros niveles.

viernes, 14 de marzo de 2008

UGT ofrece su colaboración y solidaridad a los colectivos de mujeres de El Salvador y Guatemala

Fuente: UGT

La Secretaria Confederal para la Igualdad de UGT, Almudena Fontecha, ha recibido hoy, a varias representantes de colectivos de mujeres de El Salvador y Guatemala que denuncian el feminicidio y la violencia de género en sus países. Este encuentro ha servido para volver a mostrar el apoyo del sindicato a la lucha de estas mujeres y ofrecer un compromiso de colaboración con estos colectivos.

En el encuentro se recibió a Walda Barrios, Presidenta de la Junta Directiva de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas, Glenda Vaquerano, Coordinadora del Programa de Violencia de Género de la Organización de Mujeres Salvadoreñas ORMUSA, y a varias representantes de la Asociación de Investigación y Especialización sobre temas Iberoamericanos.

UGT como parte de la Confederación Sindical Internacional (CSI) y de las Federaciones Sindicales Internacionales manifestó su solidaridad y su compromiso con los colectivos de mujeres de los países de Centroamérica tras un encuentro sobre “El papel de las organizaciones sindicales en la lucha contra la impunidad” que tuvo lugar en Guatemala el pasado mes de enero.

Entonces se suscribió una declaración en la que subrayaba “el rechazo a todo tipo de violencia o violación de los derechos humanos fundamentales y a la impunidad en Guatemala y en los demás países de Centroamérica”, y se hizo alusión explícita a la necesidad de que “el movimiento sindical asuma como prioritaria la lucha contra el feminicidio, adoptando medidas concretas que contribuyan a modificar esta nefasta violación del derecho a la vida de las mujeres”.

El feminicidio, una de las formas más extremas de violencia contra las mujeres, se ha incrementado en las últimas décadas en los países del denominado triángulo norte de Centroamérica, formado por Guatemala, El Salvador y Honduras. Allí, más de 3.500 mujeres fueron asesinadas en los últimos cinco años, y sólo durante 2006, más de 1.200.

En el primer semestre de 2007 se contabilizaron 306 asesinatos en Guatemala. En El Salvador hubo 390 feminicidios en 2005, mientras que en 2006, la cifra aumentó hasta las 437. También es conocida la situación en México, concretamente en Ciudad Juárez, donde se cuentan más de 500 mujeres asesinadas en 14 años.

Estos datos escalofriantes revelan que en estos países, la violencia contra las mujeres ha alcanzado niveles alarmantes que evidencian un crecimiento de la criminalidad que amenaza la democracia y la gobernabilidad de estos países, y pone de manifiesto la situación de inseguridad permanente en el que viven las centroamericanas por el mero hecho de ser mujeres.

Para entender la situación de indefensión y terror en el que viven las mujeres del triángulo norte, es necesario indagar en la violencia sufrida por la población femenina durante los años de los conflictos armados e incluso, tomar en cuenta que antes de las guerras, el estatus sociocultural de las mujeres en Centroamérica también era de exclusión y marginación, debido a las condiciones propias de un sistema de valores impuesto por el machismo enraizado en la cultura de la región que coloca a las mujeres en una permanente subordinación a normas jurídicas y sociales que ni las protegen ni las representan.

En líneas generales, el contexto y la situación actual de las mujeres en los países centroamericanos es similar. Los colectivos de mujeres denuncian que el principal problema es la impunidad, la falta de voluntad política y la responsabilidad de los estados en los feminicidios ya que las autoridades minimizan el problema haciendo invisible una realidad social.

La ley no se adecua con la realidad social y esto fomenta la violación sistemática de los derechos humanos. Por ello, reivindican una visibilización de la problemática y que se lleven a cabo políticas de prevención, sistemas de investigación y el desarrollo de un marco jurídico.