Fuente: EFE
La multinacional bananera estadounidense Chiquita Brands "viola los derechos humanos de los trabajadores" que operan en sus explotaciones", según un informe de la Coordinadora de Sindicatos Bananeros, divulgado hoy por la agrupación sindical española Comisiones Obreras (CCOO).
La Coordinadora responde con dicho estudio, a uno anterior elaborado por la consultora Nepenthes para la cooperativa danesa de tiendas "FDB", distribuidora exclusiva de las bananas que Chiquita produce en Costa Rica y Panamá.
Critica que Nepenthes asumió la tarea encargada por la empresa danesa "con parcialidad", porque se negó a hablar con los trabajadores y las organizaciones sindicales y visitó fincas de Costa Rica sólo en compañía de los representantes de Chiquita, "por lo que escucharon lo que a la empresa le convenía".
El sindicato señala que en Costa Rica "no sólo hay 13.000 personas esterilizadas por intoxicación con productos agroquímicos, sino que su uso ya se ha cobrado vidas, como es el caso del trabajador Roy Mauricio Valerín Bustos".
Valerín Bustos, jornalero de una finca de Chiquita en la localidad de Sixaola, murió de intoxicación por organofosforado, un producto cuyo nombre comercial es "Counter", hecho que, según los sindicatos, "aún no está totalmente esclarecido por la Justicia".
La coordinadora denunció que las avionetas de Chiquita riegan con sustancias químicas plazas, escuelas, casas de trabajadores y a quienes se encuentran en ellas, y que los capataces incumplen las disposiciones de la empresa y permiten la entrada a fincas recién fumigadas o rociadas en el mismo momento por avionetas.
Según la organización sindical, Nephentes desconoce los hechos anteriores e ignora "informaciones valiosas" como estudios de la Universidad de Costa Rica, avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que prueban los efectos de los plaguicidas en las mujeres que trabajan en las bananeras.
Añade que los medios para prevenir intoxicaciones son inadecuados y no personalizados y, como ejemplo, cita que los obreros de la compañía estadounidense "usan hoy la mascarilla que utilizó otra persona el día anterior".
Apunta que las instalaciones sanitarias que están a disposición de los peones se encuentran en estado "deplorable, por lo que no pueden ser debidamente utilizadas".
Respecto a la libertad de asociación, la coordinadora hace referencia a un fallo de la Sala Constitucional de Costa Rica sobre el citado derecho, a propósito de un despido "arbitrario" de trabajadores de Chiquita por haberse afiliado al sindicato.
Menciona que Nephentes elaboró un informe inexacto y tendencioso acerca de las organizaciones sindicales del sector, porque confundía nombres de dirigentes y no incluye a asociaciones como Sitagah, Utral ni Sitrachiri, que desarrollan su labor en explotaciones de Chiquita.
La consultora contratada por la distribuidora plantea que Chiquita ha repoblado 890 hectáreas en Costa Rica, pero según los sindicatos no hace referencia a que esta superficie "está por debajo del diez por ciento de lo que deforestó para crear nuevas plantaciones en la región de Sarapiquí".
La coordinadora insiste en que Nephentes, además de ignorar la opinión de los trabajadores, fue testigo de la actitud de Chiquita y, en este sentido, cita que un sindicalista fue arrollado cuando trató de acercarse al grupo donde estaba la representante de la consultora en compañía de un supervisor de Chiquita.
Menciona, por último, que la empresa estadounidense, escudándose en los efectos del huracán "Mitch", despidió a cientos de obreros en Guatemala y Honduras y que "los dejó sin la más mínima protección".
La multinacional bananera estadounidense Chiquita Brands "viola los derechos humanos de los trabajadores" que operan en sus explotaciones", según un informe de la Coordinadora de Sindicatos Bananeros, divulgado hoy por la agrupación sindical española Comisiones Obreras (CCOO).
La Coordinadora responde con dicho estudio, a uno anterior elaborado por la consultora Nepenthes para la cooperativa danesa de tiendas "FDB", distribuidora exclusiva de las bananas que Chiquita produce en Costa Rica y Panamá.
Critica que Nepenthes asumió la tarea encargada por la empresa danesa "con parcialidad", porque se negó a hablar con los trabajadores y las organizaciones sindicales y visitó fincas de Costa Rica sólo en compañía de los representantes de Chiquita, "por lo que escucharon lo que a la empresa le convenía".
El sindicato señala que en Costa Rica "no sólo hay 13.000 personas esterilizadas por intoxicación con productos agroquímicos, sino que su uso ya se ha cobrado vidas, como es el caso del trabajador Roy Mauricio Valerín Bustos".
Valerín Bustos, jornalero de una finca de Chiquita en la localidad de Sixaola, murió de intoxicación por organofosforado, un producto cuyo nombre comercial es "Counter", hecho que, según los sindicatos, "aún no está totalmente esclarecido por la Justicia".
La coordinadora denunció que las avionetas de Chiquita riegan con sustancias químicas plazas, escuelas, casas de trabajadores y a quienes se encuentran en ellas, y que los capataces incumplen las disposiciones de la empresa y permiten la entrada a fincas recién fumigadas o rociadas en el mismo momento por avionetas.
Según la organización sindical, Nephentes desconoce los hechos anteriores e ignora "informaciones valiosas" como estudios de la Universidad de Costa Rica, avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que prueban los efectos de los plaguicidas en las mujeres que trabajan en las bananeras.
Añade que los medios para prevenir intoxicaciones son inadecuados y no personalizados y, como ejemplo, cita que los obreros de la compañía estadounidense "usan hoy la mascarilla que utilizó otra persona el día anterior".
Apunta que las instalaciones sanitarias que están a disposición de los peones se encuentran en estado "deplorable, por lo que no pueden ser debidamente utilizadas".
Respecto a la libertad de asociación, la coordinadora hace referencia a un fallo de la Sala Constitucional de Costa Rica sobre el citado derecho, a propósito de un despido "arbitrario" de trabajadores de Chiquita por haberse afiliado al sindicato.
Menciona que Nephentes elaboró un informe inexacto y tendencioso acerca de las organizaciones sindicales del sector, porque confundía nombres de dirigentes y no incluye a asociaciones como Sitagah, Utral ni Sitrachiri, que desarrollan su labor en explotaciones de Chiquita.
La consultora contratada por la distribuidora plantea que Chiquita ha repoblado 890 hectáreas en Costa Rica, pero según los sindicatos no hace referencia a que esta superficie "está por debajo del diez por ciento de lo que deforestó para crear nuevas plantaciones en la región de Sarapiquí".
La coordinadora insiste en que Nephentes, además de ignorar la opinión de los trabajadores, fue testigo de la actitud de Chiquita y, en este sentido, cita que un sindicalista fue arrollado cuando trató de acercarse al grupo donde estaba la representante de la consultora en compañía de un supervisor de Chiquita.
Menciona, por último, que la empresa estadounidense, escudándose en los efectos del huracán "Mitch", despidió a cientos de obreros en Guatemala y Honduras y que "los dejó sin la más mínima protección".
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