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Fuente: El País
El escritor Roberto Quesada (Honduras, 1962), afincado en Nueva York desde hace 11 años, narra en Big Banana,
su segunda novela y la primera publicada en España, por Seix Barral,
las "delirantes aventuras de un hondureño en Nueva York". Se trata de
una obra impregnada de humor, sueños y ritmo frenético, protagonizada
por un grupo de emigrantes latinos en la gran ciudad. Según contó el
propio Quesada -que no quiere ser catalogado como un escritor del Tercer
Mundo sino como un autor de Tres Mundos, Honduras, Nueva York y
España-, en la presentación del libro en Madrid, en la que estuvo
acompañado por Jesús Ferrero, llegó a Nueva York "una tarde lluviosa
para engañar las lágrimas, con veinte dólares en el bolsillo y mudez
idiomática". Pero huye de lo dramático y se decanta por el humor, "la
mejor arma de defensa de todo un pueblo, el latinoamericano" y afronta
"victorioso" la nostalgia.
Quesada, delegado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas por la embajada de Honduras, relata en Big Banana
las aventuras y desventuras de Eduardo Lin, un hondureño enamorado de
Nueva York, al que no le importa malvivir en la Gran Manzana con tal de
conseguir su sueño de ser actor. Su novia, Miriam, una periodista
hondureña que siente fascinación por el personaje de James Bond, pero
sólo por el interpretado por el Roger Moore; y el entrañable Casagrande,
un chileno que comparte piso y sueños con el protagonista, son los
otros dos pilares sobre los que descansa la novela. En Big Banana, "realidad y sueños se funden y confunden, y sus personajes se burlan de todo, empezando por sí mismos".
En los últimos veinte años, España ha pasado de la condición de receptor de ayuda oficial al desarrollo (AOD) a la condición de donante, cuya política de cooperación al desarrollo, inspirada en la Constitución, expresa la solidaridad del pueblo español con los países en vías de desarrollo y, particularmente, con los pueblos más desfavorecidos de otras naciones sobre la base de un amplio consenso político y social a escala nacional.
La Ley de Cooperación, en su artículo 31, reconoce a los sindicatos como uno de los agentes de la cooperación para el desarrollo, labor que han venido realizando en los ámbitos de programas de apoyo al fortalecimiento de las organizaciones sindicales de los países en desarrollo, así como en la puesta en marcha de actuaciones relacionadas con la creación de empleo, formación profesional, mejoras en el área social, procesos de democratización, buen gobierno, defensa de los derechos fundamentales, educación y sensibilización para el desarrollo. Así mismo se presta regularmente apoyo a los programas
de la OIT financiados por la AECI."
IBEROAMÉRICA
• Es el área principal de nuestra cooperación, tanto más cuanto que existe ya
un marco regional de cooperación, el Convenio de Bariloche, en el
contexto de la Conferencia Iberoamericana, que requiere una atención
preferente y recursos
específicos. En 1999 se destinaron 60.107 millones de pesetas a este
área, a razón de 12.180 millones de pesetas en concepto reembolsable y
47.927 millones de pesetas en no reembolsable; es decir, el componente
de liberalidad de nuestra AOD hacia esta región es el mayor de toda
nuestra cooperación bilateral, lo que es coherente con las necesidades
de una región donde el bajo nivel de ahorro nacional y el alto grado de exposición de su sector exterior a los países desarrollados, un 63%, aproximadamente,
implican un riesgo especial a problemas de endeudamiento externo.
• La liberalización y desregulación de la economía, en suma las reformas
económicas realizadas en la región han atraído un volumen sustancial de
inversión directa. La presencia del sector privado español en esas
economías es un dato de importancia a la hora de elaborar una estrategia
de cooperación que refuerce el compromiso inversor de nuestro país
dedicado especialmente al desarrollo social básico, infraestructuras e
inversión en el ser humano con el objetivo primordial de alivio de la
pobreza en un marco de desarrollo sostenible, para lo que un aspecto
esencial es la formación de cuadros.
Dentro de Iberoamérica, sin embargo, el
distinto nivel de desarrollo determinará un grado distinto de prioridad
para la acción de la cooperación española. Los países que tendrán la consideración de países programa serán,
• en América Central: El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, los
cuales representan el núcleo principal de la estrategia regional de
cooperación para Centroamérica.
• en el Caribe: la República Dominicana.
• respecto a América del Sur, los países programa serán: Bolivia, Ecuador, Perú y Paraguay.
• además de este conjunto de países, mención particular merecen Colombia y Cuba.
• Colombia será objeto de un programa especialmente dirigido a acompañar el
proceso de arreglo del conflicto, cuyas bases ya se están estableciendo.
• en lo relativo a la política española de cooperación respecto a Cuba
se dirigirá a facilitar la evolución interna del país y a apoyar la
mejora de las condiciones de vida de la población cubana, tanto a través
de la cooperación bilateral como de la realizada desde la Unión Europea.
Conforme a este primer Plan Director de la Cooperación Española, "Para lograr estos objetivos, [...] debe
fomentarse una política de información y comunicación con los
diferentes actores de la cooperación (sindicatos, empresas,
instituciones y ONGs) que permita una mayor presencia española en la
gestión y ejecución de proyectos de estos organismos."
En ese sentido, la estrategia incorporará a la propia Administración,
Sindicatos, empresas y Organizaciones empresariales, Organizaciones No
Gubernamentales para el Desarrollo tanto a nivel bilateral como
multilateral.
"Los
sindicatos son instituciones especializadas en el ámbito laboral y uno
de los tres pilares básicos del pacto social en el que se sustenta el
actual estado de derecho. Entre sus fines esta la defensa de los
derechos fundamentales de los trabajadores, actividad que realizan con
carácter internacional.
Consulte el texto íntegro en www.aecid.es
Fuente: EFE
La cooperación no reembolsable de España a
Honduras, el país de Centroamérica más afectado por el huracán Mitch en
1998, se ha cuadruplicado en los últimos dos años, según se informo
hoy, martes.
El embajador de España en Tegucigalpa, Carlos
Gómez-Múgica, dijo a EFE que después del Mitch se ha desarrollado un
trabajo que ha servido para una mayor presencia española en Honduras.
Como ejemplo de esta presencias, Gómez-Múgica señaló que hace
dos años solamente había dos organizaciones de desarrollo no
gubernamentales (ONG) con sede y ahora hay 21.
Uno de los
campos que más se ha fortalecido con la cooperación española es el de
la educación, con la reparación y reconstrucción de escuelas y colegios
en diferentes regiones del país.
Uno de esos centros es el "Instituto España Jesús Milla Selva", en Tegucigalpa, del cual fueron recientemente inauguradas 11 aulas con su respectivo mobiliario y laboratorios.
Este centro educativo, que durante la emergencia que provocó el
Mitch se convirtió en albergue para miles de damnificados, también
duplicó su población estudiantil.
Actualmente 5.000
estudiantes de nivel medio se forman en la institución, que fue
visitada en noviembre de 1999 por el presidente del Gobierno español,
José María Aznar.
Gómez-Múgica indicó que España continúa
apoyando en Honduras "el reforzamiento de las instituciones
democráticas, sin abandonar áreas tan sensibles como salud, educación y
seguridad alimentaria, o tan importantes para el desarrollo económico
como los proyectos forestales, teniendo en cuenta la vulnerabilidad del
país".
La mayor parte de la ayuda se canaliza a través de la
Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), clasificada en
dos tipos de acciones: las motivadas por la emergencia tras el desastre
ocasionado por el Mitch (fondos extraordinarios de emergencia) y
aquellas otras que se inscriben en programas de cooperación.
Fernando Mudarra, director de la AECI en Honduras, dijo que el monto de
la ayuda de emergencia y cooperación ordinaria para el período
1999-2000 asciende a 61,2 millones de dólares.
El Programa
Ordinario de Cooperación incluye, entre otros proyectos, desarrollo de
los municipios, ordenamiento territorial a nivel municipal y nacional;
apoyo a la elaboración del nuevo sistema procesal penal,
fortalecimiento del poder judicial, turismo, restauración y
rehabilitación de monumentos históricos.
Otros se extienden a
salud y educación como el apoyo al Programa Materno Infantil, al
Centro Nacional de Biológicos, la lucha contra el SIDA, reformas al
sistema educativo, alfabetización de adultos, construcción de 1.000
viviendas en el proyecto "Ciudad España" y asistencia a las comunidades
indígenas.
España también financia la elaboración del mapa
nacional de contingencias, un inventario de recursos hídricos,
proyectos de pesca artesanal, cooperativas cafetaleras, fomento de
empresas de mujeres para la producción y programas de becas.
El embajador de España destacó que la visita a Honduras de Aznar; del
Príncipe Felipe de Borbón y la Infanta Cristina, después del paso del
Mitch, fortalecieron las relaciones bilaterales.
Añadió que
España "ha hecho un esfuerzo notable por contribuir a la reconstrucción
y transformación de Honduras", y recordó que hay un compromiso de
financiación en condiciones ventajosas por unos 200 millones de
dólares.